sábado, 22 de abril de 2017

Desierto de la tatacoa. Experiencia.

Hoy contaré mi viaje al desierto de la Tatacoa o el valle de las tristezas como la llamó el conquistador Jiménez de Quesada en 1538 por el gran deterioro que vio en el terreno.

18 de marzo 2017





Aunque sea conocido como un desierto, en realidad no es un desierto, es la segunda zona árida más extensa de Colombia después de la Guajira. Se dice que el nombre "Tatacoa" se lo dieron los españoles remitiéndose a las serpientes cascabeles que habitan en el lugar.

Este magnífico lugar se encuentra en el departamento del Huila a 38 kilómetros de la ciudad de Neiva. Mi viaje lo hice en moto por la vía Ibagué, desde Cali a Ibagué el viaje es de apróximadamte 5 horas, allí tomé un gran descanso para sali aproximadamente a la 1 pm, y estar en el desierto aproximadamente a las 5 pm, viajando siempre tranquilo, sin afán y haciendo varios descansos.
Si viajas desde el norte de Colombia en carro debes llegar hasta Neiva, pero si viajas en moto desde el norte puedes tomar un atajo mucho antes de llegar a Neiva, aunque tal vez muchos no estén dispuestos, pues se debe atravesar el río Magdalena, pero no existe puente, la forma es esta:



Un señor muy amable se dedica todo el día a pasar motos en una pequeña barca de motor, dependiendo el tamaño de las motos puede pasar dos, tres o cuatro, al otro lado habrán otras personas esperando a cruzar de allá para acá, esta persona trabaja todos los días a excepción del primero de enero, el precio es bastante económico, en mi caso para la moto, mi compañera y yo costó aproximadamente 3500 COP.
Al llegar al otro lado nos esperó un largo camino destapado, en invierno es complicado pasar por aquí debido a el pantano que se genera además de lo estrecho en algunas partes, después de un rato llegamo a una carretera destapada que parece no tener fin, no recuerdo la cantidad de kilómetros pero son considerables, por suerte encontramos algunas personas a las que preguntamos la ruta para estar seguros de ir por el lado correcto, el lugar es algo remoto, el gps no tiene registrada ninguna carretera y la señal del celular se pierde, después de un rato de estar cruzando esta carretera el entorno empieza a cambiar, dejas de ver quebradas de agua, árboles altos , tampoco vuelves a ver casas  y de repente te encuentras viajando por una carretera con poca vegetación a los lados y empiezan a aparecer cactus.






Un rato después por fin llegas de nuevo a la civilazación, te encuentras con una carretera que a un lado llegas al desierto y al otro a Villa Vieja, un municipio a tan solo unos diez minutos del desierto, nosotros fuimos a este lugar a descansar y comprar algunas cosas para posteriormente ir al desierto.
En este lugar no hay mucho para ver, a excepción del museo donde te hablan algo de historia, este lugar es conocido también por hallazgos arqueológicos.
Ves muchos turistas, algunos vienen de muy lejos, todos vienen por lo mismo, conocer el desierto de la Tatacoa.


Una estatua en el parque principal de Villa vieja, ni idea del animal que representa.

Seguimos el camino al desierto, desde Villa Vieja son aproximadamente cinco o diez minutos.
El paisaje es simplemente espectacular, hacia donde mires es digno de una fotografía, les recomiendo llevar suficiente agua porque el calor en el día es terrible.
Una vez llegas al desierto eres libre de explorar el lugar, es bueno caminar por sus laberintos, también existen varias cabañas cerca, eso sí, si piensas quedarte en una lo mejor es separar el cupo con buena anticipación, también puedes llevar tu propia carpa y buscar un lugar cerca a alguna cabaña, tal vez debas pagar por quedarte en ese lugar, pero no será mucho y podrás contar con acceso a los baños. Allí mismo puedes comprar comida o bebidas, hay buena variedad y no es costoso. Los platos típicos de lugar están basados en ovejas o chivos, pero también puedes pedir algo totalmente normal.



El paisaje es espectacular.



En la noche el desierto es otra aventua, el sol baja y con este la temperatura, si vas en época de verano tendrás sobre tu cabeza un cielo repleto de estrellas digno de admiración, existen dos observatorios, ambos quedan cerca el uno del otro, se puede llegar caminando, allí puedes llegar a recibir charlas sobre astronomía, el costo es de aprox 5 por personas, se dice que tienen buenos equipo para ver los astros y un circuito cerrado para presentar en pantalla a todas las personas presentes. 
Por desgracia yo no pude comtemplar el cielo nocturno pues no era la época y en la noche incluso hubo lluvias.

Dependiendo donde hayas decidido quedarte en el día no hay mucho para hacer, puedes pasar un buen rato caminando por el desierto explorando y tomando fotos, o simplemente relajado en la cabaña que te estás quedando, (existe una que tiene una especie de alberca). Puedes también ir a un parque que encuentra a mitad de camino entre Villa Vieja y el desierto, en nuestro caso decidimos ir a conocer Neiva. Neiva conocida también como la capital de río magdalena es la capital del departamento del Huila, tiene una problación aproximada de 345.800 habitantes y una temperatura promedio que oscila entre los 28 grados.

Sin duda no estábamos preparados para hacer un tour por Neiva, conocimos varios lugares, pero seguramente faltaron muchos que hubiesen valido la pena visitar, sin embargo, Neiva no es precisamente un lugar turístico, algo a destacar de Neiva es la cantidad de parques y árboles que encuentras en Neiva, también cuenta con muchos escenarios deportivos y recreativos a lo largo de la ciudad, todo esto gracias a la alcaldía que promueve la actividad deportiva.




Monumento el Mohan. Por 1500 pesos te dejan subir a lo más alto, desde arriba tienes una buena vista de 360 grados de la ciudad.


Foto tomada desde el monumento del Mohan.



Vista a Neiva desde el monumento el Mohan.


Finalmente dejo algunas fotos del lugar.






































para ver más fotografías puedes buscarme en instagram como @Jeigmz





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