Aunque llevaba tiempo pensando en ir a Bogotá, nunca planeé el viaje, la semana santa estaba encima y de repente supe que era el momento de hacer el viaje, viajé en bus toda la noche la ida y todo el día de regreso, como no lo planeé con anticipación tuve que comprar los tiquetes a un precio más costoso de lo usual.
Bogotá es la capital de Colombia, es la ciudad más grande y poblada del país, como podrán imaginar hay muchos lugares para conocer y el tiempo era muy limitado, el viaje fue así:
Llegué a la terminal apróximadamente a las 8:00 am lo primero que hice fue pedir un mapa de la ciudad en un centro de información, me dieron este mapa que resultó bastante útil, pues mostraba todos loso sitios turísticos de Bogotá y con información detallada en la parte de atrás.
Unos días antes había contactado por medio de Couchsurfing una chica que iría por mí a la terminal de Bogotá, como vivía muy lejos se ofreció a ayudarme a buscar un hostal económico en el barrio de la Candelaria.
Después de comer algo quede a la espera de la chica que vendría por mí, no tardó mucho en llegar un linda chica, rápidamente tomamos un taxi y nos dirigimos a La Candelaria a buscar el hostal donde yo me quedaría el par de días que estaría allí, el resto del día estuvimos caminando mucho por el barrio la candelaria.
Después de comer algo quede a la espera de la chica que vendría por mí, no tardó mucho en llegar un linda chica, rápidamente tomamos un taxi y nos dirigimos a La Candelaria a buscar el hostal donde yo me quedaría el par de días que estaría allí, el resto del día estuvimos caminando mucho por el barrio la candelaria.
Existe un recorrido turístico el cual recomiendo mucho, consiste en una especie de bus pequeño en madera conocida como el tranvía turístico, ahora no recuerdo el precio exactamente, pero para dos personas costó aproximadamente 60 mil y tiene una duración de alrededor de 3 horas, el recorrido empieza caminando, visitamos el museo Santa Clara, es una antigua inglesia dorada muy bonita.
Lo siguiente fue ir a comer algo típico que por cierto estaba muy delicioso, luego subimos al tranvia turístico, todo el tiempo hay alguien hablando sobre los lugares y contando muchas historias, el guía te lleva a la época de la escuela al recitar el cuento del Rin Rin Renacuajo, te enseña la diferencia entre rolo y cachaco y aprendes un par de jergas del lugar, todo esto mientras el tranvia recorre el barrio de La Candelaria, pasas por calles bonitas y construcciones conocidas, el guía cuenta la historia del porqué de los nombres de cada calle y muchas cosas más, de repente el tranvía para y sube abordo aquella heroina de la independencia Colombiana...
Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad!
Al día siguiente aproximadamente a las 9:00 AM la salida fue para el cerro de Monserrate, el clima era un poco frío y lluvioso, este recorrido no lo recomiendo mucho en la semana santa si no les gusta estar entre tantas personas, para subir caminando por la ruta normal el tiempo es aproximadamente tres o cuatro veces más de lo normal, ya que el recorrido es una procesión donde se recrea el via crucis, el terreno es fácil y no exije demasiado estado físico pero si es un poco lejos, para mi sorpresa al llegar arriba alrededor de la 1:00 pm la cantidad de personas era impresionante.
Para las personas que vienen de lugares bajos (a la altura del nivel del mar) en este lugar pueden sentirse algo mareados o indispuestos, pues Monserrate tiene una elevación de 3.152 m en mi caso quería tomar unas cuentas fotos de Bogotá desde el lugar pero estaba demasiado nublado, comimos algo arriba y luego nos dispusimos a bajar, existe la forma de subir y bajar por cable, al subir no lo consideré, pues la idea era caminar, para bajar había que hacer demasiada fila así que pensé que podría ser más rápido bajar caminando y fue posiblemente un gran error.
Eran aproximadamente las 6:30 pm cuando finalmente muertos del hambre habíamos logrado llegar la ciudad, fuimos a un restaurante a comer algo y allí terminó mi día.
En mi tercer y último día en Bogotá estuve conociendo los museos, hay una gran cantidad en la Candelaria y generalmente la entrada es gratuita, museo de la moneda, museo botero, museo del oro entre otros. Para este último había que pagar la entrada que costaba 8 mil pesos.
En la tarde subimos a la Torre Colpatria, desde arriba se tiene una vista excelente a la ciudad, eso sí, el precio me pareció algo costoso, 7 mil pesos por persona, pero se logra sacar buenas fotos.
Finalmente debo decir que el viaje vale la pena, la gente de Bogotá tiene fama de ser muy mala onda, en mi caso las dos locales con las que estuve fueron muy amables y amigables.
El clima es un poco frío, no soy friolento pero en la noche era necesario tener una chaqueta para estar tranquilo.
El barrio la Candelaria en un principio puede dar la impresión de ser algo inseguro, hay mucha basura en algunas calles y también te topas muy seguido con mendigos, pero al final todo salió muy bien, caminé solo por la calle a diferentes horas y todo muy normal.
Museo de Santa Clara.
Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad!
Una rica merienda, parte del recorrido turístico.
Talento que encuentras en la calle.
Para las personas que vienen de lugares bajos (a la altura del nivel del mar) en este lugar pueden sentirse algo mareados o indispuestos, pues Monserrate tiene una elevación de 3.152 m en mi caso quería tomar unas cuentas fotos de Bogotá desde el lugar pero estaba demasiado nublado, comimos algo arriba y luego nos dispusimos a bajar, existe la forma de subir y bajar por cable, al subir no lo consideré, pues la idea era caminar, para bajar había que hacer demasiada fila así que pensé que podría ser más rápido bajar caminando y fue posiblemente un gran error.
Eran aproximadamente las 6:30 pm cuando finalmente muertos del hambre habíamos logrado llegar la ciudad, fuimos a un restaurante a comer algo y allí terminó mi día.
En mi tercer y último día en Bogotá estuve conociendo los museos, hay una gran cantidad en la Candelaria y generalmente la entrada es gratuita, museo de la moneda, museo botero, museo del oro entre otros. Para este último había que pagar la entrada que costaba 8 mil pesos.
En la tarde subimos a la Torre Colpatria, desde arriba se tiene una vista excelente a la ciudad, eso sí, el precio me pareció algo costoso, 7 mil pesos por persona, pero se logra sacar buenas fotos.
Finalmente debo decir que el viaje vale la pena, la gente de Bogotá tiene fama de ser muy mala onda, en mi caso las dos locales con las que estuve fueron muy amables y amigables.
El clima es un poco frío, no soy friolento pero en la noche era necesario tener una chaqueta para estar tranquilo.
El barrio la Candelaria en un principio puede dar la impresión de ser algo inseguro, hay mucha basura en algunas calles y también te topas muy seguido con mendigos, pero al final todo salió muy bien, caminé solo por la calle a diferentes horas y todo muy normal.
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